The Social Dilemma

Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras

El documental The Social Dilemma (Orlowski, 2010, 1:34) se coloca dentro del trayecto de producciones cinematográficas dedicadas a ponderar los efectos, en el ámbito de la vigilancia, propiciados por el trayecto de las relaciones entre sujeto y tecnología. En las voces de personas que han ocupado puestos claves en medios tales como Facebook, Twitter, Apple, Google, Instagram, se presenta una serie de denuncias de las cuales privilegio las siguientes:

Las industrias de la tecnología, las máquinas informáticas y el espacio de las redes sociales van formando parte de lo que, para algunos, es el capitalismo de la vigilancia o bien la cultura de la vigilancia contemporánea. En tanto máquinas no triviales, las mismas operan autopoiéticamente (reproduciéndose desde sus propias operaciones) identificando y seleccionando aquello que le es propio, controlando la información que vemos. No se trata de que somos nosotros quienes hacemos uso de estas industrias para tener acceso a ciertos productos sino que son toda una serie de compañías las que tienen acceso a nosotros a través de las distintas redes. Esto es, el producto somos nosotros. La información que proveemos de manera voluntaria se utiliza para producir modelos que predicen nuestras acciones, acoplar la información a nuestros posicionamientos ideológicos, cambiar paulatinamente nuestra percepción de las cosas y propiciar la creación de hábitos inconscientes hasta, finalmente, y como es planteado en el documental, “hacer que los usuarios hagan lo que ellos quieren” Al presente, este desarrollo, para ellos, sin precedentes de la tecnología, al capitalizar sobre las debilidades humanas (adicción, polarización, ira, vanidad, etc), promueven la discordia política, desestabilizan países y socavan las democracias actualmente existentes (por su capacidad para provocar caos y el hackeo de elecciones, por ejemplo). No se trata de adherirse a teorías conspirativas o a la satanización de estos medios, sino de alertar a lo que los mismos van provocando en su autopoiesis.

“Se habla de atractores para designar la inclinación del sistema a dejarse llevar por una fuerza que lo transforma, pero que al perder de vista su sentido benéfico, se convierte en amenaza.” Esta cita del teórico de sistemas Niklas Luhmann, podría proporcionar una pista importante. Desde la óptica de todos los entrevistados en este documental parecería ser que el operar de estas máquinas no triviales- producto del ingenio humano y de nuestro deseo de incrementar los vínculos al nivel global, se ha salido de las manos. ¿Se habrán convertido las tecnologías de comunicación en un atractor extraño? Cómo lidiar con sus efectos en el ámbito de la vigilancia constituye uno de los grandes desafíos contemporáneos.

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