Departamento de Sociología y Antropología de la Universidad de Puerto Rico en Río Piedras
La contenciones de Gilles Deleuze en su ensayo Postadata a las sociedades de control, encuentra en esta conferencia de David Lyon, The Culture of Surveillance un espacio reflexivo desde donde ponderar las formas de vigilancia que se producen en sociedades postpanópticas. Esto es, aquellas donde la tecnología propicia la posibilidad de una vigilancia que ya no requiere de paredes. Para Lyon, la vigilancia se ha convertido en la espinal dorsal de la vida organizacional contemporánea. No se trata ya de una vigilancia exclusivamente estatalista (o bien de arriba hacia abajo) ni de una efectuada por el aparato policíaco sino aquella que se viabiliza desde la producción de grandes bancos de información para propósitos comerciales e institucionales. Se trata de una vigilancia que descansa también en la personalización del consumo y en nuestro goce de ser vistos y observados por el otro. El precio de la personalización, para Lyon, es la vigilancia. La cultura de la vigilancia es, para David Lyon, un fenómeno emergente en el que todos colaboramos activamente. Nosotros somos la vigilancia, “surveillance is us” . La relevancia teórico/investigativa de la obra de Lyon se vincula a las maneras en que esta ubicuidad de la vigilancia contemporánea (vigilancia por todas partes) produce su sujeto, el sujeto que mira “vigilantemente”, al tiempo que propicia el manejo y administración de las poblaciones a partir de la construcción de códigos sociales clasificatorios (social sorting) de todo tipo. Preguntas tales cómo, ¿Qué imbricaciones se producen entre los distintos niveles de vigilancia?; ¿Qué mapas de la ciudad son susceptibles de ser producidos desde los códigos clasificatorios propiciados por la cultura de la vigilancia?; ¿Cuáles son las formas de articulación de las relaciones entre violencia y vigilancia?, constituyen ejes analíticos centrales en el estudio de la ingobernabilidad y el espacio urbano en tiempo presente.