Violencia de la separación obligada: el caso de lo niños inmigrantes

 Departamento de Psicología del Recinto de Río Piedras

Este artículo constituye una importante aportación y un recordatorio de la atroz secuela psicológica que dejó la estrategia política denominada Operación Pied Piper.  Esta produjo unapráctica terrible: separar a millones de niños ingleses de sus padres y ubicarlos con extraños en apacibles campiñas en Londres para evitarles el dolor de la guerra, lo que los dañó mucho más que los daños sufridos por aquellos niños que se quedaron viviendo en medio de los bombardeos. Desde los relatos de un sobreviviente, y mediante el rescate de  la importante investigación realizada por las psicoanalistas Anna Freud y  Dorothy Burlingham publicadas en el libro War and Children en 1943, la autora alerta sobre cómo los niños inmigrantes en los Estados Unidos les está ocurriendo lo mismo que ocurrió con los niños de la Operación Pied Piper: traumas psicológicos irreparables, daños psíquicos vinculados a inseguridades ocasionados por sentirse solos, desprotegidos y engañados por la experiencia de  separación. La autora entrevista uno de los sobrevivientes de la operación inglesa, Pam Hobbs, quien 80 años después, valida las teorías producidas por las psicoanalistas en torno a los daños irreparables. La separación les produjo amargura, desconfianza y coraje hacia sus propios padres lo que no les permitió conceder ni entender que el motivo de la separación era protegerlos. La autora desentierra este evento como una  memoria necesaria para advertir a Estados Unidos y a los lectores que esa política adoptada por Estados Unidos demostró, hace más de 80 años, ser una peligrosa e inhumana para millones de niños y sus familias. La autora destaca desde el relato de  Hobbs como esa experiencia de separación, le produjo (siendo niño) una sensación de lo que es no ser amado y no ser querido. Experiencia que posteriormente la psicoanalista Anna Freud retoma en su investigación comparando los   niños de los Nurseries de Guerra Hampstead, en Londres, que fueron separados de sus padres con aquellos que permanecieron con sus padres y fueron testigos de bombardeos.  Concluyó que los niños se afectaron menos  por los bombardeos que por la separación. Aunque Lee Jafee, presidente electo de la Sociedad Psicoanalítica, criticó el que los hallazgos publicados por Anna Freud en 1940,  contara con una muestra limitada de sujetos y se sustentó en citas de los entrevistados, de ésta sí se desprende que la evacuación de estos niños no evitó que padecieran los traumas de guerras. Con gran frecuencia se encontró que los niños separados de sus padres padecían de más problemas de salud mental que los menores que permanecieron en contextos de guerra. La experiencia de la separación fue específicamente nefasta para niños de dos años cuyas reacciones provocadas por la separación fueron inmediatas y particularmente violentas. Anna Freud y  Dorothy Burlingham relataron el caso de un niño de 17 meses que repetía sistemáticamente mum, mum… durante tres días después de haber sido separado de sus madre. “Los niños se sienten de pronto abandonados por sus personas conocidas de quienes han aprendido a vincularse.” Un ansia psicológica se apodera ante la ausencia de sus padres y forma parte de ese desespero inicial que prevalece durante horas o por varios días, anulando sus sensaciones corporales. Así, hay niños que se niegan a comer o a dormir. Otros rehúsan ser cargados o consolados por extraños. Algunos se apegan a objetos o a alguna expresión que les evoque una memoria de la presencia de la madre. La investigación pionera de Anna Freud confirmó lo que nos informa el propio sentido común: los efectos a largo plazo de un tipo de trauma como éste. Un daño psicológico presente no solo en infantes, sino en jóvenes posteriormente diagnosticados con ansiedad, depresión, incapacidad para aprender, resentimiento y falta de confianza. Este daño prevaleció aún cuando éstos fueron reunificados con sus padres. Hobbs indica que no puede imaginar lo que están atravesando los niños inmigrantes en los Estados Unidos, quienes no conocen el idioma y no tienen ni idea de lo que les está ocurriendo. Este es un artículo importante para el estudio sobre las intersecciones entre la ley psicoanalítica y la ley pública ya que permite aproximarse a pensar la violencia de la separación de los niños inmigrantes de sus padres.

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