
Departamento de Psicología del Recinto de Río Piedras
Este artículo es una invitación a pensar la violencia singular y colectiva desde las herramientas conceptuales psicoanalíticas. El autor propone analizar como los discursos políticos sobre el otro inciden en la producción de violencia por la via del miedo hacia sectores que políticamente son ubicados en los campos-limbos políticos. Papastergiardis entiende el miedo en tanto mutación que trasciende el estado nación y constituye el modo dominante en que nos relacionamos a nivel global; opera desde mecanismos propios del inconsciente y se genera particularmente hacia el Otro inmigrante. Los mecanismos de defensa psicoanalíticos -proyección y ansiedad- aparecen como herramientas conceptuales pertinentes en la reflexión del miedo vinculado con la figura del refugiado. El autor propone la frase discursiva “complejo de invasión” del otro que nos amenaza en tanto expresión de una cultura global de asedio. Esos miedos globales parecen estructurar las amenazas históricas producidas por los racismos o bien sobre lo que Julia Kristeva nombra “abyecto’ (2006:432) El limbo, la desubicación–unplacement- son expresión de una biopolítica moderna que ejercen los estados soberanos- y que justifica la distinción entre sujetos merecedores del derecho y la espacialización de la violencia. El autor sugiere la necesidad producir nuevas perspectivas en la relación entre el extranjero y el residente y examinar ese miedo que arropa al refugiado y al terrorista y que circula en sistemas complejos (2006:432). La figura del refugiado se nos representa ya sea como la madre monstruosa que “sacrifica” a sus hijos dejandolos en su país de origen para irse a trabajar a otro o bien como el padre parasito, portador de amenazas para la salud general, que tiene un apetito insaciable de recibir el Welfare (Manne, 2003, pag.169 en Papastegiardis:2006:433). Estos y otros imaginarios le otorga al soberano la capacidad de encarcelar al refugiado impunemente ignorando los aspectos normativos de la ley a la vez que reclamando que esta aplicando la ley, constituyendo esta paradoja un element paradigmático de lo que Agamben considera central en la gobernanza para garantizar “seguridad” (Agamben 2005, pag 1 en Papastergiardis: 2006:4343).