
Departamento de Psicología, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras
Mirta Goldstein propone una reflexión mediante la que caracteriza la subjetividad contemporánea como una cruel y vandálica, en tanto ésta ya no necesita de prejuicios para desatar la violencia contra el otro. Analiza que los excesos de violencia que padece el social actual, por la vía de la pérdida de garantías generalizadas en asuntos básicos como lo son la salud, el empleo, la seguridad así como la pérdida de viviendas e inmigración, entre otros, produce un malestar que ha trastocado el lazo social, transformándolo en una crueldad excesiva que ella denomina vandálica. Ese vandalismo, desde un referente psicoanalítico, es propuesto como una estrategia inconsciente para compensar el desamparo que se vive, uno que impide incluso no poder auxiliar al otro por su propia precariedad. La crueldad entonces, en su modalidad vandálica se constituye en un modo de gozar del dolor del semejante. Explica que: El peso y el espesor de nuestro presente, su lado más oscuro, aparece en la cotidianidad.
Para la autora, las xenofobias tradicionales tales como el racismo, la segregación de las mujeres y los homosexuales se suman a las manifestaciones de lo vandálico.