JOSÉ RAMÓN UBIETO (ED), RAMÓN ALMIRALL, LOURDES ARAMBURU, LIDIA RAMÍREZ, ENRIC ROLDAN, FRANCESE VILÁ. BARCELONA:EDITORIAL NED.

Departamento de Psicología, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras
El texto ofrece una lectura desde la complejidad y el psicoanálisis sobre el fenómeno del bullying (acoso escolar) y la victimización como síntoma y malestar epocal en poblaciones de adolescentes. La categoría se aborda como manifestación de la violencia en su expresión de crueldad hacia el otro, rastro de la pulsión de muerte que ha emplazado históricamente el lazo social, imprescindible para la co-existencia humana. Aún con la utilización de las categorías bullying y adolescencia vinculadas al paradigma clasificatorio, las reflexiones en el libro ni se focalizan en la alarma de las estadísticas -enfatizada por los medios- ni en miradas dicotómicas que satanizan al acosador y victimizan a quienes lo padecen. El texto complejiza las categorías acosador y víctima para pensarlos como lugares intercambiables por ambos en el tránsito hacia la adultez. Los autores se distancian del abordaje clasificatorio y psico patologizante que el DSM-IV-TR otorgó a la categoría bullying y que el actual DSM V recoge bajo la clasificación Trastornos Disruptivos de Control de Impulsos y Conducta-como Trastorno de Conducta. Desde la categoría de “presentimiento” proponen pistas explicativas en torno a que el adolescente que acosa lo hace como modo de hacer visible un lugar en el mundo adulto -que no precisan- pero imaginan deben ocupar. Ese lugar se ocupa desde un desplazamiento cuerpo a cuerpo ante un otro, extraña pareja acosador/víctima, en el que, a falta de simbolización-del lado del que acosa –con su acting- y como manipulación del cuerpo, le quita el lazo social con crueldad a ese/a de quien ha captado una diferencia o vulnerabilidad, que puede aparecer invisible para los padres y docentes, pero no para sus iguales. Quien recibe el acoso, parece sumirse en un lugar fantasmático de sufrimiento angustiante, guarda silencio ante ese encuentro con actos de muerte del lazo social. Otras pistas sobre el acoso se vinculan con tendencias epocales tales como la caída de la autoridad y la ley y el debilitamiento patriarcal que produce, acorde con los autores, amenazas, vacíos de sentido y sentido de abandono en las subjetividades de los adolescentes e incide en el fenómeno de acoso como modo de llenar esa falta. Igualmente la centralidad que ocupa el mirar y ser mirado sostenido por la técnica, acarrea la posibilidad imaginaria del adolescente de quedar invisibilizado y puede precipitar la diada acosador-víctima para no quedar fuera del registro de hipervisibilización. El libro propone “captar la subjetividad que se pone en juego en la escena del acoso tanto por parte de los acosadores como de las víctimas, los testigos o los adultos”. Propone pistas para abordar el acoso como, por ejemplo, el espacio del análisis clínico para propiciar la subjetivación de adolescentes desde nuevos sentidos más allá de las posiciones acoso o victimización – y restablecer mediante la responsabilidad subjetiva el lazo social y la fuerza de la víctima y el deseo quebrantado en el llamado acosador.