Departamento de Sociología y Antropología
Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras

Sobre los materiales que se presentan en el Observatorio Móvil y que tienen que ver con la “violencia de la economía”, destaco para propósitos de mi investigación, aquellos en que se reúnen las leyes de emergencia aprobadas desde el 2008, por la legislatura de P.R.. Estas leyes de emergencia, a las que “supuestamente” la crisis obliga, y las medidas tomadas por las casas aseguradoras sobre la deuda del gobierno de P.R, que las avalan, profundizan la precariedad social. Esta es una condición que destacamos en nuestra investigación, como forma generalizada del neoliberalismo económico.
Estaré analizando, cómo las leyes y medidas que se toman para atender la crisis económica, llevan aparejadas un abandono de la vida, desprendida del ámbito político-social y retomada por los mecanismos económicos financieros del mercado y de la deuda.
Las paradojas de esta bioeconomía las estaré representando en una localidad específica de Santurce, que servirá de foco investigativo.
A partir de una ecología humana de ese lugar intermedio y fronterizo, que ocupan las comunidades del Caño Martín Peña en Santurce. Estas comunidades están representadas por el Grupo de 8 comunidades (G-8), la Corporación ENLACE, y el Fideicomiso de la Tierra. La corporación del Proyecto Enlace es la encargada de llevar adelante el Plan de Rehabilitación y Relocalización de la zona que cubre el G-8 que acoge 26 mil familias. El Proyecto ENLACE creado hace más de 10 años, está dirigido al dragado de La Laguna San José en su conexión con la Bahía de San Juan. Estas aguas y las comunidades allí ubicadas han recibido los descargues y desperdicios de diferentes lugares de la ciudad y de los que allí viven, con altos niveles de coliformes que invaden en medio de continuas inundaciones. El dragado conlleva un costo de 590 millones, y debió haber sido prioridad del Estado hace muchísimo tiempo. El compromiso nos convoca a todos para hacer posible una verdadera vida humana de esas poblaciones. El Fideicomiso de la Tierra del Caño Martín Peña, con 200 cuerdas, establece la propiedad colectiva de la tierra, y el usufructo propietario individual. Una novedosa figura de la propiedad del Fideicomiso, para beneficio colectivo de una serie de actividades económicas, relocalizarán las familias y desarrollarán las viviendas que estarán libres de la contaminación. Nueva forma de convivencia social con la que El Caño se esfuerza por erradicar la nuda vida, a la que parecía destinada. De eso trata el Documental que pueden ver.
LEYES DE LA CRISIS FISCAL DEL AÑO 2008: