Las nuevas formas de la guerra, sus doctrinas y su impacto sobre los derechos humanos

Pablo Bonavena y Fabián Nievas

El ensayo de Bonavena y Nievas explica las transformaciones que se han operado en los conflictos armados. La guerra ha cambiado tanto que parecería que no podemos llamarla propiamente guerra porque, a diferencia de los conflictos estatales, se producen conflictos interestatales o lo que los autores llaman “eventos irregulares”, eventos que ponen de manifiesto la crisis de la “guerra de maniobras” desde el siglo XX. Una de las consecuencias más importantes de esta transformación se relaciona con la presencia de civiles tanto como combatientes como víctimas (a veces superando el número de muertes de los combatientes) y con la presencia de una “crudeza y extrema violencia”. El ensayo también revisita las “doctrinas políticas” y las “doctrinas militares” para establecer una diferencia. Las primeras vinculadas a la definición de los “conflictos de baja intensidad” en los cuales algunos sectores privatizados llevan a cabo acciones imposibilitadas para los estados; y por otro lado, las doctrinas elaboradas por el sector militar apoyada por recursos tecnológicos, “desdeña(ndo) la dimensión política y el factor humano” (10). Finalmente, el ensayo alude a lo que algunos teóricos han llamado “la guerra de cuarta generación” y la “guerra asimétrica”. En el primer caso, el Estado ha perdido el monopolio de la violencia y el “mundo de cultura” añade otro actor a este escenario. Concluye con la descripción de la “guerra asimétrica” ya reseñada por otros. Esta se caracteriza por, ya sea una asimetría en términos del uso de la tecnología y su acceso (armamentos) como por la disparidad de las estrategias utilizadas. Sin embargo, la novedad de estas “nuevas formas de la guerras” no radicaría necesariamente en la asimetría sino en aspectos poco reseñados. Los autores se refieren a “actores privados “ o “corporaciones privadas” que añaden otra dimensión a los conflictos. Esta nueva situación produce tres consecuencias diferenciadas: el surgimiento de contratos que enriquecen a los combatientes y que favorece el alargamiento de los combates; la falta de regulación por los convenios internacionales; y la imposibilidad de poder dar cuenta de las violaciones a los derechos humanos. El terrorismo, reseñado al final del ensayo, da cuenta de algunas de las limitaciones en la teorización de los conflictos porque dificulta la precisión conceptual a la que aspira el ensayo en su recuento. Su maleabilidad ha permitido la violación de los derechos humanos en muchos países. La aspiración de los ensayistas es crear un conocimiento capaz de contrarrestar la “maquinaria de la destrucción”.

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