Angela Tenga and Elizabeth Zimmerman, Gothic Studies, Volume 15, NO.1 (May 2013)
Departamento de Sociología y Antropología
Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras
En este ensayo se pondera el futuro de la monstruosidad y del horror como fenómenos culturales. El miedo a los monstruos tiene como objetivo preservar al individuo y a la propia cultura de lo extraño y lo abjecto. Aunque en ambos casos se trata de cuerpos reanimados, los vampiros seductores y con potencia sexual, se han tornado en figuras amables y capaces de controlar sus apetitos. El ejemplo lo ofrece la serie Twilight, que narra la disposición de los vampiros a someterse a las convenciones de la sociedad. En cambio, los zombies ocupan el otro extremo de la monstruosidad. Continuamente son una amenaza para el orden social y demuestran cuán rápido se descomponen nuestros cuerpos, nuestras casas, nuestras ciudades, nuestros valores. Los vampiros no inspiran ese terror puesto que permanecen jóvenes, bellos y con una vitalidad que reniega la corrupción de la muerte. La popularidad de series como The Walking Dead, da cuenta de nuestra aversión y atracción por esos monstruos En las palabras de las autoras: “The zombie’s rise in popularity alongside the vampire’s reform and humanisation offers compelling evidence of the human need for a genuinely abject monster.”