Nancy K. Miller
Estudiante de la Facultad de Ciencias Sociales, Departamento de Sociología y Antroología, Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras
Recorriendo y analizando la puesta en escena de la historia y testimonio público de Kim Phuc – la niña corriendo desnuda en la famosa foto de la guerra de Vietnam –, Nancy K. Miller explora como la narrativa propuesta por los medios de comunicación ayudan a determinar la memoria nacional de conflictos bélicos. La imagen llamada en ocasiones “Napalm Girl” se ha tomado como una representación universal de la capacidad humana para la crueldad. La autora advierte que, aunque se trata de una imagen, la famosa foto, en realidad, ha estado insertada en una narrativa. La historia tras la foto, construida por los medios, subraya el paso de sufrimiento y trauma a supervivencia, de víctima a sobreviviente; solapando los horrores de la guerra. Paralelamente, en la presentación y descripción de la foto por los medios de comunicación se desliga al sujeto (la niña) de la imagen, permitiendo la extensión de una experiencia subjetiva a un colectivo (el público estadounidense) y “…creating a universal versión of suffering”(Miller 2004, 265). Esta extensión de lo personal a lo colectivo continua, gracias a la capacidad para retomar historias de los medios, a través del testimonio público de una Kim Phuc adulta. La mediatización de su historia de supervivencia, trauma y eventual superación toma un proceso individual y personal y lo convierte en algo colectivo; una especie de sinécdoque que toma el perdón de Kim como el perdón de Vietnam hacia los Estados Unidos y la reconciliación entre ambas naciones. La metáfora de la sanación de heridas – físicas y psicológicas – como necesario para la supervivencia del individuo es extendida al plano de la historia de las crisis políticas, como la guerra. Se genera un discurso de la subsanación de las “heridas” del cuerpo colectivo. Miller cuestiona esta metáfora de las heridas y la sanación, argumentando que incitan a pasar por alto un análisis político de estos eventos. El resultado que busca dicha retórica es el olvido del evento tal y como ocurrió para evitar lidiar con narrativas problemáticas, aquellas que ponen en evidencia las atrocidades cometidas. A través de una historia con un desenlace positivo, como la de Kim Phuc, se olvidan los horrores de la guerra, atenuando las consecuencias nefastas. La historia y testimonio público de Kim es utilizado como contrapeso del horror y el trauma de la Guerra de Vietnam exonerando al público estadounidense y, por consiguiente a la nación, de culpabilidad.