Dossier: Nada más humano que el crimen

Departamento de Psicología del Recinto de Río Piedras

El trabajo resume una intervención realizada por Jaques Allain Miller en una mesa redonda llevada a cabo en Buenos Aires en la Facultad de Derecho a propósito de la presentación del libro de Silvia Elena Tendlarz y Carlos Dante García ¿A quién mata el asesino? Se trata de un texto que vincula el psicoanálisis y el derecho.

En su reflexión sobre este texto Miller sostiene que la lectura más relevante de Freud para el derecho tendría que ser “ La responsabilidad moral por el contenido de los sueños”. Miller plantea que Freud se niega a nombrar al soñante de sueños “inmorales” como criminal porque afirma que el crimen no pertenece al psicoanálisis: “…en la formulación de Freud los soñadores son criminales enmascarados….por lo que desde el punto de vista analítico se podría decir con seguridad que ésta historia trata de sí mismo y no del otro”(2008:2).

Siguiendo el legado de Freud, se plantea en este libro somos criminales inconscientes y eso aflora en la consciencia sobre todo obsesiva como sentimiento obsesivo. El Derecho aparece como una formación reactiva que resulta del mal presente en cada uno.

Miller nos recuerda que el analista no puede asumir como el jurista responsabilidades con fines sociales. Freud reconoció la responsabilidad del jurista como una construcción-“que depende de las circunstancias, de las épocas, de las tradiciones”. (Miller: 2008:3). Este texto trabaja con la categoría matar y la complejiza desde la paradoja de que en el mundo legal matar es referido al asesino, pero en un encuadre institucional, la civilización supone el derecho a matar, por lo que el asesinato se constituye como acto legal. Plantea que históricamente la sociedad requiere de la eliminación de ciertas cantidad de humanos.-“desde una teorización y otra, el conjunto social no se puede constituir sin la eliminación de seres humanos” (Ibid.) y cuando son genocidios-o número grandes de muertos, el asunto sale del dominio del derecho y se reintegra en el de la política.​

¿Qué sería un derecho inspirado en el psicoanálisis? Desde Miller, tendría que incorporar la distinción entre lo verdadero y lo real – que lo verdadero nunca logra recubrir lo real (icc) y la verdad se produce como una función temporal y de perspectiva…tiene agujeros…y ” el más verdadero de los estatutos de la verdad es la verdad mentirosa”. “Lo real cuando trata de decirse, miente”. El derecho tendría que conceder que ambos discursos-psicoanálisis y derecho- constituyen una red de semblantes.

Nos recuerda que el derecho, orientado desde el psicoanálisis, tendría que conceder a que existe una opacidad en el sujeto que también es cargada en toda decisión jurídica. Finalmente Miller plantea que los juristas deben considerar la metáfora de Jaques Lacan sobre la religión… que los únicos verdaderos ateos están en el Vaticano…Así, serían los jueces, los/as abogados y los/as profesores/as de derecho quienes mejor saben que no hay justicia…el derecho no es la justicia…es solo un discurso de derecho.

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