How #MeToo Revealed the Central Rift Within Feminism Today

En este artículo del periódico The Guardian, Moira Donegan argumenta que el movimiento #Me too ha develado una brecha entre los feminismos que lo apoyan y sus detractoras. Los medios y la crítica cultural se adelantaron con sus objeciones, por ejemplo, se trata de un movimiento demasiado amplio que no da cuenta de las sutilezas o por el contrario, responde al narcisimo de millenialls obsesionados con las redes sociales.  Muchas feministas y otras mujeres rechazan el movimiento porque promueve una vision que niega la agencia moral de las mujeres, su capacidad  para decir que no, disfrutar el sexo y afrontar sus errores. Por su parte, las gestoras del #Me too plantearon que en muchos contextos, por ejemplo en el mundo del trabajo, cualquier negativa a ser parte de los juegos de poder, puede resultar en la pérdida de una promoción. El problema es que se espera que las mujeres ignoren los inuendos, las bromas sexistas, con humor y cinismo. Para estas feministas, el sexismo es muy similar al racismo y la opresión de clase. Por tanto, la solución es la denuncia, la protesta y la transformación de los entendidos culturales. Para Donegan, lo que separa ambas respuestas no es la generación o las  premisas de las llamadas oleadas del feminismo. Las feministas anti- #Me too abogan soluciones individuales, mientras las que suscriben la consigna, forman parte de un feminismo social que pone mayor énfasis en la solidaridad y la responsabilidad compartida. 

Departamento de Sociología y Antropología
Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rio Piedras

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