Capitalismo gore, narcomáquina y performance de género por Sayak Valencia Triana

Photo by Ana Serrano

Departamento de Ciencias Sociales Universidad de Puerto Rico, Recinto de Baymón

En este trabajo, Capitalismo gore: narcomáquina y performance de género,  la autora Sayak Valencia Triana, examina la relación del narcotráfico con la globalización y el neoliberalismo. Discute la reconfiguración política, social, cultural y económica que ha producido el narcotráfico en los lugares en que se extiende. La autora nos expone a una discusión que permite analizar algunas de las intersecciones que se producen entre el capitalismo contemporáneo, narcotráfico, representaciones culturales y  subjetividades emergentes. Este  texto analiza algunas de las vinculaciones entre el sistema capitalista, el narcotráfico, la participación de jóvenes y los sentidos culturales que se producen en su vinculación.  Sayak Valencia incorpora los conceptos de capitalismo gore y sujeto endriago, para dar cuenta de la performativa de género masculina que domina en las dinámicas sociales y culturales del narcotráfico contemporáneo.  

Sayak Valencia Triana plantea que asistimos a un capitalismo que se expresa en lo que se define como gore. Esto aludiendo al capitalismo hegemónico y global que se manifiesta en espacios geográficos fronterizos y precarizados económicamente, con el narcotráfico como expresión dominante, la expresión de la violencia en todas sus manifestaciones, el necropoder, esto es la muerte como sistema, al decir de Achille Mbembe. La violencia es central en el capitalismo contemporáneo, el exterminio del excedente es central para la acumulación capitalista. Crea una estructura interna que requiere de mano de obra fácilmente desechable. Nos dice la autora, que en el capitalismo gore, la muerte es el negocio más rentable. El capitalismo gore, es el capitalismo del narcotráfico, cuya acumulación de riquezas depende de la muerte. En este proceso aumenta la violencia, en tanto la acumulación de riquezas depende de la relación entre violencia y muerte. Pero de la muerte de unas poblaciones, por ello fomenta la necro política  

La autora señala que el capitalismo gore se nutre del performance de género masculino.  Analiza cómo al interior del narcotráfico se incorporan subjetividades masculinas que están ancladas en las  normas de género masculino hegemónicas, que articulan expresiones entendidas como  masculinas para comportarse, moverse y articular, además de la indiferencia ante el peligro, el menosprecio a lo femenino y la violencia contra lo femenino. Para la autora, estas subjetividades constituyen sujetos endriagos. Analiza la relación de estas subjetividades con las exigencias de la sociedad hiperconsumidora. Los sujetos endriagos surgen en sociedades post fordistas, caracterizadas por las sociedades de consumo, desempleo, trabajo precarizado, ampliación de la pobreza y emergencia de diversas formas de violencia. El uso de la violencia de los sujetos endriagos adviene como  una forma que tienen amplios sectores pobres y marginados de empoderarse de bienes y de signos de poder. Para la autora, constituye una herramienta de autofirmación personal y un modo de subsistencia. Y, se convierte en una forma de vida. Los sujetos endriagos, en los cuales destacan los jóvenes, pertenecientes a comunidades pobres, en su mayoría urbanas,  marginalizados, abandonados por el Estado y por instituciones, visualizan la idea de movilidad social vía el consumo. Estos sujetos endriagos advienen a proletariado gore.

La autora analiza las intersecciones que se producen en la relación entre estas subjetividades ancladas en los códigos masculinos, la constitucíon del sujeto endriago, y su incorporación en el narcotráfico en tanto advienen como ficha central de un capitalismo cada vez más violento. Cuya acumulación de riquezas en el narcotráfico requiere de esa mano de obra que ha incorporado las representaciones culturales masculinas hegemónicas que se mantienen al filo de la vida y la muerte.

%d bloggers like this: