Facultad de Estudios Generales, Ciencias Sociales
Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras

En este artículo el autor analiza las estadísticas de la población norteamericana en las cárceles. Al menos 2.1 millones de niños tienen un padre o madre en prisión y es más probable que un joven desertor escolar termine encarcelado. Las sentencias obligatorias y la legislación de “tres ofensas vas a la cárcel”– aunque sea por delitos menores– ha elevado las cifras de convictos exponencialmente. Los 2.2 millones de norteamericanos en cárceles—en su mayoría pobres y minorías—representan el aspecto más visible de un sistema basado en el castigo y el encierro. Además de los presos, existe una población de 5 millones en libertad condicionada o en probatoria. Las cifras son alarmantes cuando se las compara con China, India y Rusia. En Estados Unidos hay 707 encarcelados por cada 100,000 habitantes, mientras que en Rusia la cifra es de 474 por 100,000 habitantes. El artículo también esboza un análisis sobre las prioridades de la política social en Estados Unidos y los cambios que estas han sufrido como aspectos que inciden en el análisis de la violencia institucional.