El Silencio de los Otros

Facultad de Estudios Generales, Español
Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras

El silencio de los otros es un documental dirigido por Almudena Carracedo y Robert Bahar que obtuvo el premio Goya en 2018. Este trata sobre los esfuerzos de un grupo de personas para reivindicar a las víctimas de la Guerra Civil Española. El documental destaca a cuatro protagonistas: María Martínez, cuya madre fue asesinada en 1936 y dejada a la orilla de la carretera; José M. Galante (conocido por Chato) quien fue torturado por Antonio González Pacheco (“Billy el Nino”); Carlos Slepoy, un abogado defensor de derecho humanos; y Asención Mendieta Ibarra, cuyo padre fue enterrado en una fosa común. Más tarde, también incluye a Ana Messuti, una abogada de derechos humanos y a María de Mercedes Bueno, entre muchxs, cuya bebé fue secuestrada después de su nacimiento, por el Dr. Vallejo Nájera en un hospital de Cádiz,  alegando que había muerto.

En el transcurso del documental, y conscientes de la renuencia del gobierno español de atender los casos de violaciones de derechos humanos durante el periodo de la Guerra Civil y la dictadura a raíz de la aprobación de la Ley de Amnistía de 1977, los protagonistas recorren en tren parte del territorio español para lograr convocar a otros querellantes a llevar un caso en las cortes para atender sus reclamos. Durante sus viajes, se forman varias asociaciones vinculadas a los reclamos de las víctimas y lxs sobrevivientes y de las madres cuyxs hijxs fueron secuestradxs por el régimen. Un momento importante es cuando éstos logran que la jueza Servini, de Argentina, los atienda e intente interrogar a los imputados alegando la comisión de crímenes de lesa humanidad. Sin embargo, estas gestiones confrontan varios escollos cuando ésta se ve imposibilitada de escucharlxs (vía videoconferencia) so pena de que España rompa relaciones con Argentina. Lxs querellantes entonces se ven obligados a trasladarse a Argentina para poder hacer sus deposiciones y echar el proceso a andar.  

Varios asuntos de este documental me parecen pertinentes  para el trabajo que realizo y que ocupa al Observatorio: primero, la importancia de seguir apelando a las cortes internacionales para juzgar los crímenes de lesa humanidad, dado que los gobiernos son incapaces de atender este tipo de reclamos como vimos en los casos de la antigua Yugoslavia y de Ruanda. Este dato queda evidenciado en la destitución del Juez Baltazar Garzón por violentar los estatutos de la Ley de Amnistía de 1977 cuando se disponía a investigar los crímenes de la dictadura en 2010. Un segundo asunto importante es la prominencia de la relación entre el perdón, el olvido y el reconocimiento público de los daños perpetrado por los golpistas y su régimen. Las creaciones de Comisiones para la verdad, en el caso de Argentina y Suráfrica, han sido efectivas en auscultar los hechos y atribuir responsabilidades. El documental nos lleva por uno de los “lugares de la memoria” argentina, un centro de detención que visitan los querellantes durante su estadía, que nos permite observar la importancia de estos lugares para producir un conocimiento sobre la dictadura entre las generaciones más jóvenes que no fueron testigos de los eventos, a diferencia de aquellos países en los cuales no existe este tipo de espacios. Estos “lugares de la memoria” podrían generar un proceso de  “renombramiento” sustituyendo muchos de los emblemas franquistas en las calles, los monumentos, los parques, entre otros, que no se ha realizado de forma inmediata en España y que obligó a muchas de las víctimas a convivir entre esos perennes recordatorios de la infamia. Una de las últimas escenas del documental muestra la aprobación de cambio de nombres para muchos de los monumentos en Madrid a cargo de la Celia Mayer. La escena sugiere alguna esperanza de que estos procesos continúen y que ocurra algo comparable a lo que aconteció en Alemania después de la Segunda Guerra Mundial: una “desnazificación” generalizada. (Ver el ensayo “Pensar en genocidio el golpe de 1936, la Guerra Civil, el Franquismo y la transición” de Antonio Miguez Macho, también incluido en el Observatorio). Finalmente, creo que el aspecto más pertinente de este documental es la importancia de reivindicar a las víctimas para acabar con el sentido de impunidad que podría animar a muchos a realizar eventos cruentos. En este sentido, el “Mirador de la memoria”, grupo escultórico en el Valle del Jerte de Francisco de Cedenilla que se presenta en la escena inicial del documental, devela, por un lado, el surgimiento de la voluntad de recordar y conmemorar; y, por otro, la amenaza latente de grupos que preferirían sepultar esa memoria. Las balas que perforan los cuerpos de las esculturas no deja de constituir un aviso escalofriante de esta amenaza.

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